No nos dejes caer en Tentación

Lc 4, 1-13

Imagen de Arek Socha en Pixabay

0. TEXTO 

Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del río Jordán, y el Espíritu lo llevó al desierto. Allí estuvo cuarenta días, y el diablo le puso a prueba, No comió nada durante aquellos días, y después sintió hambre.

El diablo le dijo: – Si de veras eres Hijo de Dios, ordena a esta piedra que se convierta en pan.

Jesús le contestó: – La Escritura dice: ‘No solo de pan vivirá el hombre’.

Luego el diablo lo llevó a un lugar alto, y mostrándole en un momento todos los países del mundo le dijo:

– Yo te daré todo este poder y la grandeza de estos países, porque yo lo he recibido y se lo daré a quien quiera dárselo. Si te arrodillas y me adoras, todo será tuyo.

Jesús le contestó: – La Escritura dice: ‘Adora al Señor tu Dios y sírvele solo a él’.

Después el diablo lo llevó a la ciudad de Jerusalén, lo subió al alero del templo y le dijo:

– Si de veras eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque la Escritura dice: ‘Dios mandará a sus ángeles para que cuiden de ti y te protejan. Te levantarán con sus manos para que no tropieces con piedra alguna’.

Jesús le contestó: – También dice la Escritura: ‘No pongas a prueba al Señor tu Dios’.

Cuando ya el diablo no encontró otra forma de poner a prueba a Jesús, se alejó de él por algún tiempo.

1. UN COMENTARIO DEL TEXTO

Jesús lleno del Espíritu. El Espíritu conduce o empuja a Jesús, desde su interior. Jesús se ha ido llenando del Dios Amor verdadero…  totalmente a Su disposición. Dios encuentra en Jesús, el espacio para situarse plenamente, como si fuese un cuenco donde reposar. En la persona de Jesús, el Padre se asienta del todo, y por eso le Plenifica, le hace Pleno. (Recordar los vacíos de las figuras del santuario Aranzazu, vaciarse para dejarse hacer por el Misterio).

Jesús lleno del Espíritu es conducido al desierto. Y allí, a la vez tentado-puesto a prueba por Satanás. Allí en la actitud de vivir desde Dios Abba, lleno de Dios, lucha para no dejarse llenar de las ansias de poseer, de espectacularidad, de imponer… Estas son también nuestras tentaciones, nuestros apegos, es decir, nuestra posición social, nuestras posesiones, el qué dirán, mi imagen, necesidad de reconocimientos, comodidades, placeres, consumos, nuestra ideología etc. Nuestra lucha mayor se juega en nuestro interior, enraizándonos en Dios para ganar en libertad de aquello que nos ata ¿Y si tomamos esta cuaresma como tiempo de entrenamiento para ello?

¿Y si planteásemos una cuaresma social-laical? Xavier Casanovas escribía hace un tiempo: “Creo que nos convendría mucho una versión laica de la Cuaresma. Así como la administración promueve y celebra el carnaval o las fallas, también podría promover un tiempo en el que, como sociedad, de forma compartida y consensuada, recordemos nuestra finitud y la de nuestro planeta, es decir un tiempo para celebrar la pausa ó el silencio”… porque sobre todo se celebra el ruido, el exceso y no vaya a ser que estas celebraciones acaben en algo impuesto como una fiesta sinsentido.

2. HACEMOS SILENCIO

Podéis tener a mano los pasos del cómo hacer silencio copiados en una hojita juntamente con el texto del evangelio a contemplar hoy. (Si necesitas los pasos para hacer silencio detallados entra en: oración contemplativa).

3. VEMOS, ESCUCHAMOS, SABOREAMOS EL TEXTO. Me hago presente: ver, oír, gustar…

NOTA: Que los puntos suspensivos… sean el lugar donde pararse y contemplar (gustar y sentir).

Me sitúo en el desierto acompañando a Jesús y deseando aprender con él… En un tiempo de silencio, de intimidad, aprender a vivir con Jesús situaciones de prueba y pido poder hacerlo yo a su modo… Me dice: “ven, vamos a recorrer el camino de la tentación en nuestras vidas”… Doy gracias por esta invitación que me regala… Voy con el deseo de superarme, de ganar en libertad…

En su cercanía, descubro que me da la confianza para contarme lo que vive. Son días de desierto con pocos medios a su alcance, llega el hambre… Me dice que escucha en su interior. “si de veras eres Hijo de Dios, haz que esas piedras se conviertan en pan”… Descubro su lucha interna y la mía: dejarme llevar por lo que me apetece, en esta sociedad de consumo… Veo que Jesús se mantiene firme: “no sólo de pan vive el hombre”… Aprendo la firmeza y la resistencia para no plegarme al capricho del momento… Le pido la convicción de su firmeza…

Pensando en la misión y en los medios para llevarla adelante surge el modo de conseguir que las personas acepten el evangelio, ¿conseguir que los demás hagan lo que yo quiero?. Y entonces me cuenta su tentación: “Si te arrodillas y me adoras, todo será tuyo”… es decir si adoras el poder, y lo haces empleando la calumnia, las falsas noticias, el miedo, la coacción incluso la conquista militar conseguirás que hagan lo que tú quieres… todos serán tuyos”… y Jesús: “adorarás sólo al Señor tu Dios”… Me acuerdo de la escena de los panes, cuando todos vienen a Él para hacerle rey, para que les solucione la vida y Jesús apela a su responsabilidad, no quiere sumisos sino convencidos… Me tomo mi tiempo para identificarme con él….

4. JESÚS Y YO

Noto que me sigue mirando con cariño… Me doy cuenta de que la lucha no es fácil para nadie, tampoco para Él… Y en ese momento escucha: “si quieres que la gente te haga caso, haz realmente un acto espectacular, tírate del alero del templo, no te pasará nada porque los ángeles te llevan en sus palmas… y tendrás a todos a tus pies”… Un prestigio indiscutible… Yo también he sido tentado, seducido: “siendo importante te harán más caso, con seguidores en Istagram, Facebook… Jesús: “no pongas a prueba al Señor”… Vive la tentación aferrado a Dios… Me tomo mi tiempo para hacerme con sus palabras y sus sentimientos.

Jesús me recuerda: “vosotros también tenéis vuestro particular desierto, en el deseo de ser, impulsar la fraternidad: seréis tentados de soledad, de dificultades insuperables, de luchas… Sentiréis el miedo a quedaros solos, sin apoyos, a oscuras”… Y continua: “en esas situaciones, busca en tu interior las experiencias que te dan confianza. Dios siempre está, aunque no le notes, el sol está, aunque haya nubes”… Le pido la capacidad de afrontar mis miedos y mis conflictos con confianza…

Y le digo que pueda rezar el padrenuestro con más conciencia: “no nos dejes caer en tentación”. Y me responde: “Pon tu corazón en Dios y pon tus manos a la obra esta cuaresma: busca hacerte presente en algún espacio de silencio, oración (parroquias abiertas para orar), da un día de tu sueldo para necesidades socio ambientales, anímate a un ayuno por la paz con personas de otras espiritualidades…”. Le pido saber combinar a Dios rogando y con el mazo dando…

5. Vamos terminando la oración con un COLOQUIO con Jesús

Lo hago recogiendo lo vivido en la oración… Le cuento lo que más me ha llegado… lo que parecía que iba para mí… Aquello con lo que más me he identificado… un texto, una palabra, una imagen… Y le pido algo… o le doy gracias… con un gesto de reverencia, juntar las manos; de agradecimiento, abriendo mis manos o de reconocimiento: señal de la cruz… y voy de nuevo volviendo a este lugar … Suelto los pies, abro mis manos… abro los ojos… Y termino escribiendo lo vivido, para que me ayude a fijarlo en mi vida.

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