Nuestro compañero jesuita Xabier Zabala nos cuenta cómo está viviendo su convalecencia tras haberse contagiado de la COVID-19 y haber superado los peores días. Sus palabras pueden servirnos de aliento para este tiempo de tanta adversidad e incertidumbre:
Lo mejor que podemos pedir a Dios es lo que pedimos en el Padrenuestro: que tu voluntad se haga en la tierra como en el cielo… y nosotros en la tierra tratando de hacerla, con su ayuda; no queramos manipular a Dios.
Estoy animado y entretenido, leyendo, oyendo música, radio, televisión y rezando por el mundo. No para que Dios nos libre del virus, pues esto no creo que sea tarea suya, qué malo sería que pudiendo hacerlo no lo haga.
Esto es más bien tarea nuestra, que estamos en el mundo. Si estuviera con nosotros Francisco, el de Asís, nos hablaría del «hermano coronavirus».