Mc 6, 7-13
Imagen de Guduru Ajay Bhargav en Pexels
0. TEXTO
Llamó a los doce discípulos y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus impuros. Les ordenó que, aparte de un bastón, no llevaran nada para el camino: ni pan ni provisiones ni dinero. Podían calzar sandalias, pero no llevar ropa de repuesto. Les dijo:
–Cuando entréis en una casa, quedaos en ella hasta que os marchéis del lugar. Y si en algún lugar no os reciben ni quieren escucharos, salid de allí y sacudíos el polvo de los pies para que les sirva de advertencia.
Entonces salieron los discípulos a decir a la gente que se volviera a Dios. También expulsaron muchos demonios y sanaron a muchos enfermos ungiéndolos con aceite.
1. SITUACIÓN explicación breve del texto
Jesús quiere compartir su misión con sus compañeros. Los llama y los envía. Características de este envío: Primero: de dos en dos. Apunta al sentido comunitario de toda misión. Ir en nombre de la comunidad, ir como comunidad. Segundo: Estilo de sencillez y de gratuidad. “Sí, llevar bastón (para las alimañas) y sandalias (calzado de los pobres para las caminatas). Pero ni pan, ni alforja (que llevaban los mendigos para su alimento), ni dinero, ni dos túnicas”( que eso vestían los ricos). Tercero: dan, no lo suyo propio, sino lo recibido, por tanto, lo dan gratuitamente.
Enviados a qué: a expulsar demonios. Reciben poder sobre todo lo inmundo, lo inhumano, lo que divide y destruye a los seres humanos para ser convertido en humano, en fraterno. Poder para expulsar los demonios del egoísmo, de la ganancia a toda costa, del sentirse superior a los demás, de la indiferencia ante el sufrimiento, de los prejuicios con los que sacamos a tantas personas de nuestra vida, de la competitividad desigual, de la mentira, de la guerra… tantos afectos desordenados.
A dar lo recibido, recibir y dar. Entramos en el juego del dar pero también recibir. No somos más que nadie, allí nos quedamos en su casa, con ellos. Sanamos los enfermos: recordamos que en la mentalidad ambiente, las enfermedades más duras, son tales, porque el enfermo “algo habrá hecho”. Y por tanto, Dios le ha alejado de su presencia y el pueblo en nombre de Dios, así también lo hace. Qué importante que, en nombre de Dios, el enfermo recupere su amistad y la de la sociedad ambiente. “Tu eres digno, Dios te quiere, tienes un sitio con nosotros”.
2. HACEMOS SILENCIO
Podéis tener a mano los pasos del cómo hacer silencio copiados en una hojita juntamente con el texto del evangelio a contemplar hoy. (Si necesitas los pasos para hacer silencio detallados entra en: oración contemplativa).
3. ME HAGO PRESENTE: VER, OÍR, GUSTAR…
NOTA: Que los puntos suspensivos… sean el lugar donde pararse y contemplar (gustar y sentir).
Nos situamos en esta escena del evangelio, como si presente me hallase. Veo a Jesús con los Doce en un paisaje de Galilea, sentados, en una zona de arbolado al alborear el día… Me siento con ellos y observo cómo quiere compartir con ellos su misión… Le han escuchado y le han visto actuar y ellos mismos se van haciendo uña y carne con Jesús, con sus palabras y su manera de hacer, y por eso reciben gozosos esa capacidad de Jesús para expulsar lo inmundo: “os doy poder sobre los espíritus inmundos”… Saboreo ese momento de capacitación, de formación de Jesús a los Doce…
Con ellos, en ese lugar, escucho a Jesús, que les cuenta algunos modos de hacer para que la misión sea creíble: “Os envío de dos en dos, no en solitario, así os protegéis y os complementáis”, saboreo sus palabras… “no os olvidéis del bastón para defenderos de las alimañas y sandalias por si toca un largo recorrido”… Fiaros de la Providencia: “no llevéis ni pan, ni alforjas, ni dinero… ni vestidos con dos túnicas“… Me sitúo con ellos en los preparativos de la misión… ¿Como me siento?…
Les acompaño en su misión cuando Pedro me dice: “vamos a esa casa donde se oyen quejidos del enfermo” y veo que impone sobre él sus manos, y va mejorando, comenzando su sanación… Visitamos también casas en que buscan una vida más verdadera y no saben cómo vivirla y Pedro: “el Dios Abba de Jesús es Bondad, es Verdad, alguien perdonador que da una nueva oportunidad, y que acompaña en el caminar”… Disfruto de la alegría y los cambios que se producen en las personas…
4. JESÚS Y YO
Mientras tanto, Jesús parece que quiere entrar a comentar algo conmigo, le interesa mi misión: “Esto es también para ti y para tu comunidad. Yo te envío también a ti, junto con tu comunidad a llegar a nuevas personas y grupos… Para que vayas sanando todo lo inmundo, todo lo que deshumaniza”… Siento que cuenta conmigo y con mi comunidad, que quiere que participe de su misión, y me quiere dar su fuerza: “Te doy autoridad sobre los espíritus inmundos”… Le agradezco mucho…
Me recuerda algunos lugares y personas a quienes me envía: “Vete a los que buscan dar sentido a sus vidas fuera de los ambientes de Iglesia, a los que están perdidos en sus entretenimientos y surfean por todo sin profundizar en nada, a los que pelean por salir adelante y no tienen recursos, a los que necesitan que alguien les de una oportunidad en su vida… y a muchos más”… “la mies es mucha y los obreros pocos” le digo… Me veo con su apoyo… Me tomo mi tiempo…
Me dice: “no olvides animar a tus cercanos, a los de tu trabajo o tu estudio, a los de tu familia, tus amigos… ¿qué lenguaje vas a emplear para que te escuchen?, con qué actitud vas a ir, con que talante…” y le digo a Jesús: “me gustaría preguntarles si de verdad, eso en lo que están metidos, les llena su vida. Si les da paz, si les hace libres para mostrar su fragilidad y vivir sin tener que aparentar…” Le pido que acierte con las claves para tocar los corazones…
5. Terminamos la oración con un COLOQUIO con Jesús
Lo hago recogiendo lo vivido en la oración… Le cuento lo que más me ha llegado… lo que parecía que iba para mí… Aquello con lo que más me he identificado… un texto, una palabra, una imagen… Y le pido algo… o le doy gracias… con un gesto de reverencia, juntar las manos; de agradecimiento, abriendo mis manos o de reconocimiento: señal de la cruz… y voy de nuevo volviendo a este lugar … Suelto los pies, abro mis manos… abro los ojos… Y termino escribiendo lo vivido, para que me ayude a fijarlo en mi vida.