El pasado jueves 11 de noviembre se celebró en Arrupe Etxea, una Mesa Redonda: Testigos de la justicia y la fraternidad. Esta iniciativa estaba programada en el marco del XXXII aniversario de los jesuitas asesinados y sus dos colaboradoras, la próxima beatificación del jesuita salvadoreño Rutilio Grande, asesinado en el año 1977 y gran amigo de Monseñor Romero, y el aniversario del nacimiento de Pedro Arrupe en Bilbao. Una confluencia de muchas antorchas que nos iluminan para seguir leyendo la realidad desde las víctimas.
La conversación entre Xavier Alegre (teólogo, profesor de la UCA y compañero de los mártires) e Izaskun Saénz de la Fuente (profesora de la Universidad de Deusto y experta en Derechos Humanos desde la centralidad de las victimas) se centró en la búsqueda de la justicia a través de la verdad y la reparación. Xavier hizo una semblanza de aquella comunidad de jesuitas que fueron asesinados junto a Julia Elba y Celina, recordando su convivencia con cada uno de ellos y su capacidad para analizar la realidad y comprometerse con ella. Izaskun acercó al público, elementos clave de los procesos judiciales en España contra algunos de los autores de los asesinatos y abordó los fenómenos sociales y políticos que están detrás de la decisión de no impulsar procesos judiciales que busquen la verdad, justicia y reparación para las víctimas.
En palabras de uno de los asistentes “las aportaciones de Xavier e Izaskun sobre el recuerdo de los mártires de la UCA, y repasando el recorrido vital de éstos, añadiendo los de Monseñor Romero y Rutilio Grande, se sitúan exactamente en la conocida elaboración de Ignacio Ellacuría: hacerse cargo, cargar y encargarse de la realidad. Son un ejemplo de total coherencia entre el análisis teórico de la situación en aquel período histórico de El Salvador y su práctica vital, encargándose desde sus saberes y sus presencias a que aquella realidad y sus estructuras injustas cambiasen”.
El acto finalizo con una intervención musical a cargo de Mariana Urcuyo, mujer nicaragüense quien con su voz nos acercó diferentes canciones de fe y esperanza. ¡¡Eskerik asko y no os olvidamos!!